Sí…¿Qué estamos haciendo los papás y mamás?

Un título con el que no te quiero meter miedo sino simplemente poner en la mesa la problemática de la educación de nuestros hijos e hijas.

Hace tiempo que no escribo una entrada en el blog de Mamá con hijos en la Red y la que tenía en mente, sobre la responsabilidad que como padres y madres tenemos por las acciones de nuestros hijos e hijas ha terminado por darme pereza escribirla.

Como lo lees. Pero ¿por qué? ¿Por qué esa falta de interés en escribir sobre algo tan trascendente?

Porque si no somos capaces de entender que nuestros hijos necesitan de nuestra educación y guía no tiene sentido que hablemos sobre las consecuencias administrativas o civiles (y penales para los menores) que pueden conllevar para nosotros (y para ellos) sus actos.

¿Qué sentido tiene que te hable sobre que los padres respondemos por todo lo que hacen nuestros hijos e hijas y que lesione a otro?

¿Qué sentido tiene que te hable sobre la cantidad de dinero que tendrás que pagar a una víctima por alguna acción de tu hijo o hija?

No nos engañemos. Las mayores víctimas de la falta de educación de nuestros hijos e hijas (en digital o analógico) son ellos y ellas … y después nosotros.

Menores y adolescentes porque en un futuro más bien próximo verán limitadas sus oportunidades.

Nosotros porque tendremos que lidiar con sus frustraciones.

Educar es cansado, es tedioso, es complicado…Pero a la larga merece la pena.

Consultando estos días (cotilleando) las publicaciones en redes sociales de perfiles a los que sigo he tenido la oportunidad de abrir los ojos a una problemática que está lejos de solucionarse.

Y es que muchos adultos niegan una educación a sus hijos porque como te decía, es costoso educar.

Por eso no se paran a pensar que la música que se oye en las fiestas de menores (por ejemplo en el cole) no tiene un contenido adecuado a su edad, hipersexualiza a las niñas, transmite valores que discriminan,…

O por eso mismo no se paran a pensar en que las aplicaciones establecen entre sus condiciones una edad mínima para su uso por algún motivo.

O no piensan en que viviendo en la sociedad de la información es necesaria la educación digital de los menores porque queramos o no llegará el momento en que utilicen la tecnología…o puede que ya lo estén haciendo fuera de casa aunque en el hogar no lo hagan. Lo explicaba muy bien Laura Cuesta esta semana en su último artículo.

Y así podría poner muchos ejemplos.

Nos escondemos detrás de la idea de «mi hij@ no hace eso», «a mi hij@ no le gusta eso», «en casa eso no se utiliza»… para desatender ciertas obligaciones que adquirimos cuando decidimos ser padres. Te aconsejo que veas el perfil de Instagram de Anna Plans que esta semana ha hecho una publicación tremenda sobre la problemática del twerking y de cómo los padres y madres quitamos importancia a este estilo de baile.

Educar es trabajar en un proyecto de persona

Y créeme cuando te digo que más vale invertir ese tiempo ahora que no lamentarlo toda la vida.

Pensarás que soy algo exagerada.

Pregunta a cualquier padre o madre con hijos víctimas de ciberbullying.

Pregunta a cualquiera que haya visto expuesta su intimidad en la Red y no consiga eliminar ese contenido.

Esas personas existen. Aunque las veamos alejadas de nuestra vida diaria.

Sabes que suelo ser una persona positiva. Si no no me dedicaría a esto.

Creo firmemente que existen papás y mamás que creen en la educación digital de sus hijos. Adultos que entienden que deben preparar a sus hijos para la forma de vida actual.

El problema que rodea a este tipo de personas es el entorno. Suelen estar camuflados entre otros adultos que no tienen su misma visión de la vida. Adultos permisivos, o incluso en algunos casos carentes de valores (digitales y analógicos), incapaces de ofrecer algo a sus propios hijos/as.

Y entonces surge el conflicto. Surge el trabajo doble para los papás y mamás comprometidos con la educación digital (o analógica): porque además de enseñar tienen que hacer comprender a sus hijos e hijas que el camino que están siguiendo les traerá beneficios, por mucho que una gran masa vaya en sentido contrario.

Pero ya te he dicho que soy positiva. Y como persona que aporta hace poco lancé una herramienta para ayudar en casa con la educación digital: el planificador de hábitos digitales que puedes descargarte de forma totalmente gratuita.

Espero que te sirva.

Si es así no dudes en compartirlo.

Generemos cultura de la privacidad.

Y si te sientes perdido/a siempre puedes preguntarme sobre aquello de lo que tengas dudas o seguir perfiles como Madres Cabreadas, gran comunicadora con la que he tenido la suerte de colaborar en varias ocasiones.

Nos vemos en el siguiente post.

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