Este fin de semana pasado tuve la suerte de asistir a un evento, en formato online, organizado por el Espacio Madresfera, con una temática muy determinada: el control parental. En concreto, la sesión llevaba por título » El control parental son los padres».

Puedes imaginarte el contenido. Aunque puede dar una idea clarísima del contenido de la sesión, me resultó amena y enriquecedora porque me ofreció más datos de los que ya tengo para reafirmarme en la idea que llevo trabajando desde hace tiempo y que siempre te repito: educar y orientar es nuestra responsabilidad como padres.

Me gustaría dejarte aquí plasmadas algunas notas que me parecieron interesantes, por si te sirven de algo. Yo creo que son útiles para abrirnos los ojos un poquito más.

Los tips que me llevo de la sesión

1.- El control parental no educa

Parece una afirmación evidente pero vamos a pensar un poquito sobre ella.

Muchos padres consideran que instalando una aplicación de control parental en el dispositivo del menor tienen todo el trabajo hecho.

Nada más lejos de la realidad: existen multitud de vídeos en Internet que te muestran cómo «saltar» el control parental. Vídeos que están al alcance del menor y que si éste es un poco curioso accederá a ellos fácilmente. Lo peor es que algunos de estos vídeos llevan consigo enlaces que exponen a tu dispositivo a amenazas como virus/ malware.

2.- Los adultos no podemos proteger a los menores de todos los riesgos que puedan surgir

Los que nos dedicamos a la gestión de riesgos y la privacidad sabemos perfectamente que el riesgo 0 no existe. Sí que podemos minimizarlo hasta conseguir un riesgo aceptable, pero nada más.

3.- La ciberdelincuencia y su objetivo

Que los menores estén en la Red a toda costa. De esta manera se aseguran un nicho de beneficios constante.

¿Y eso? ¿por qué motivo? la cuestión es sencilla: los menores aportan datos que los adultos (generalmente) no facilitaríamos. Y de ello se aprovechan los ciberdelincuentes.

4.- La Red no es neutra

No todo lo que se publica ni todo el que aporta contenido es ética o moralmente intachable. El contenido de la Red no se mueve por valores éticos sino en gran medida por una cuestión fundamentalmente económica. La mayor parte de las veces lo que se persigue es monetizar ese contenido compartido.

5.- TikTok no es una aplicación para niños

Sus propias condiciones de uso así lo advierten. El problema es que no solemos leerlas.

Si te dijera la cantidad de contenido de carácter delictivo sexual contra menores (pornografía infantil) que circula por TikTok quizás lo verías de otro modo. ¿27.000 vídeos de abusos sexuales a menores te parece una cifra suficiente?

La mayoría de los padres no son conscientes de a qué exponen a sus hijos en esa red social, quién hay detrás de ella, para qué utilizan los datos, qué se persigue con cada reto viralizado… Un vídeo aparentemente inocente de un menor bailando twerking para un depredador sexual puede ser muy goloso.

6.- Poparazzi…la nueva app intrusiva

La aplicación de moda con la que tomar fotos a otros y publicarlas. El no va más en atentado a la intimidad y a la propia imagen. No puedo decirte otra cosa. Si no enseñamos a nuestros hijos a mantener la intimidad de otros no pueden ser conscientes del valor que debe tener para ellos mismos.

No está todo perdido, hay soluciones

Como siempre te digo no se trata de demonizar la Red: tiene sus aspectos positivos y negativos, hay que aprender a gestionar lo que nos puede perjudicar y a exponernos lo menos posible.

¿No sabes por dónde empezar? Te ayudo:

  • La responsabilidad en la educación de nuestros hijos es nuestra y solo nuestra. No podemos delegarla en una aplicación o dispositivo tecnológico. Podemos utilizarlos como ayuda puntual, para gestionar determinados accesos, horarios, etc…. pero ahí se debe quedar. Nada de instalar Family Link y me despreocupo.
  • Debemos generar una relación de confianza con el menor, nos aseguraremos así que si tiene un problema o inconveniente a la hora de navegar por la Red tenga la iniciativa de recurrir a nosotros para hablarlo o incluso pedir ayuda.
  • Hablar con ellos sobre las apps que hay disponibles y que les pueden resultar llamativas por coincidir con sus gustos y aficiones. ¿La buscamos juntos? ¿leemos los permisos y condiciones entre los dos?, una vez que la hemos descargado ¿qué te parece si la probamos juntos?
  • Vamos a enseñarles a protegerse a sí mismos, qué riesgos pueden encontrar, cómo crear una identidad digital positiva, qué importancia tiene la información propia y la de terceros, etc. De esta manera aunque se vean expuestos en el momento en que les surja un inconveniente sabrán cómo afrontarlo.
  • Y la última…fuera TikTok, por favor. Y ojo a aquellas otras aplicaciones o redes sociales que pueden ser altamente perjudiciales para la privacidad.

Espero que mi post te sirva para enseñarte que en materia de privacidad y valores digitales nos queda mucho camino por recorrer, estamos en ello y podemos conseguirlo.

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