Te escribo hoy para hablarte de ciberbullying porque precisamente he tenido lo que podría ser una primera experiencia en casa. No me apetece escribirte largo y tendido sobre el tema, sólo a modo de reflexión personal contarte por encima lo que ha ocurrido.

El principio

Estos días de vacaciones han sido eso…días de desconexión para ellos del cole y como para los papás la vida no se para, hemos tenido que lidiar entre cuidarles y dedicarnos a lo nuestro. Como ya te dije en una publicación en mis redes sociales, ojo a estos días y la tentación de dejarles conectados la mayor parte del tiempo, que si bien nos dejan tranquilos haciendo nuestras cosas es bastante perjudicial para ellos.

Y en general hemos cumplido con esa regla, pero hoy, último día ha surgido el «conflicto». En un momento dado, ha venido a mí y me ha enseñado varios mensajes que ha recibido a través del chat del juego online en el que participa.

Lo que ha pasado

«Mamá, mira lo que me ha dicho X. Que va a hacer todo lo posible para que Y deje de ser mi amiga».

Mi primera sensación es de sorpresa. Analizo la situación y agradezco para mi misma el hecho de que tenga la confianza para venir a contarme lo que le preocupa. Al menos todas esas conversaciones que tenemos sobre acudir a un adulto cuando surge una cuestión que no saben solucionar da sus frutos.

Y leo la conversación. Efectivamente X le dice eso y alguna cosa hiriente más. No te las digo para no darle más importancia.

Respiro hondo y a afrontar el tema.

Para empezar intento explicarle que no sabemos si esa persona habla de verdad o a modo de broma porque por un chat no podemos comprobar la entonación, gestos y demás elementos que nos hacen interpretar la intención de una conversación con otra persona.

Y ello porque siempre le digo que los canales de chat, whatsapp, etc. son medios despersonalizados que en muchas ocasiones nos llevan a conflictos innecesarios y malentendidos.

Seguimos con la parte de intentar entender ese tipo de comentarios. Le pregunto por encima si ha habido algún incidente anterior pero no ahondo en el tema porque no quiero justificar la actitud de X. Nunca hay que hacer sentir a una víctima de ciberbullying (o acoso del tipo que sea) que puede ser responsable de haber generado esa situación.

Y por último tenemos una pequeña conversación sobre cómo afrontar este tipo de conflicto.

Para mi es fundamental que entienda que no hay que entrar en el juego de ese tipo de personas. El bully o acosador espera que su provocación tenga una respuesta para crecerse y seguir teniendo una justificación para mantenerse en su actitud.

Si no caemos en esa trampa y hacemos caso omiso a sus comentarios …. ganamos. Lo más importante es mostrar autoestima porque, por regla general, el acosador suele ser una persona que por algún motivo siente un complejo de inferioridad; y para sentirse mejor necesita tener a alguien por debajo suyo.

No se trata de que criemos a nuestr@ hij@ haciéndole sentir prepotente. Se trata de insuflarle un halo de autoestima suficiente para que nadie le haga sentir menospreciado.

Yo tengo claro que eso se consigue hablando, hablando y hablando. Tanto para no ser víctima como para no ser agresor. Porque la base de todo es el respeto, a uno mismo y a los demás. Y así se lo hago saber todos los días.

Mi reflexión final

Comentarte que no creo que ella esté siendo víctima de ciberbullying; el acoso para que sea tal requiere una cierta permanencia en el tiempo y no un hecho puntual. Probablemente X ni sea consciente de su comportamiento.

Pero sí que me sirve para decirte, y para decirme a mi misma, que siempre hay que estar pendientes: siempre te digo supervisión y no control, pero pendientes porque a veces ellos no saben afrontar determinadas situaciones. Y no sólo para que no sean víctimas, sino para que podamos detectar cualquier salida de tono de nuestros hijos que debamos encauzar.

Me gustaría recomendarte un libro que a mi me ha parecido revelador. Aquí puedes verlo. Si te animas a leerlo, hazlo con tranquilidad. Algunos fragmentos pueden parecer duros pero no podemos cerrar los ojos a un problema que ha existido siempre pero que ahora se ha agravado con la tecnología.

Como siempre te digo, puedes dejarme algún comentario si te apetece o escribirme a través del formulario de contacto.

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